Líder

Te mantienes un paso por detrás cuando no te identificas, no te apasiona, o no eres capaz de ver con claridad el resultado que persigues. Pero cuando todo eso se alinea, cuando te identificas con un resultado claro y sientes verdadera pasión por lo que haces mientras construyes el camino hacia ese lugar, tu instinto te pide dar un paso al frente.

Puedes reprimirlo. Siempre puedes esconder lo que de forma natural harías. Si miras a tu alrededor verás que todo el mundo lo hace, en todas partes. Pero si te permites dejar que lo que te importa te guíe, comienzas a comportarte como una persona que lidera porque bajo determinadas circunstancias no es posible hacer otra cosa.

No tienes elección. Da igual que te guste permanecer a la sombra, o que te intimide el camino a recorrer. No eres tú quien elige, lo hacen los demás.

Y cuando ocurre, dejarse llevar no es suficiente. Tienes una responsabilidad. Conlleva un sacrificio que pondrá a prueba los pilares que sustentan tu comportamiento. Ese sacrificio te ayudará a reforzarlos y crecer. Recuerda que los líderes comen al final. No se trata de elegir hacer lo que te apetece, se trata de elegir hacer bien lo que te apetece y ser consecuente con lo que eliges. Al final, nunca sale mal.