Lo que buscas condiciona lo que haces

Lo que las personas hacen es, en la mayor parte de casos, evidente. Se ve, puedes apreciarlo desde fuera si te fijas.

Pero existen componentes que son menos evidentes y se escapan a un primer vistazo. Para detectarlos es preciso examinar más a fondo la carrera de largo recorrido, en lugar de la ejecución pormenorizada de un instante.

Cuando estás estudiando en un instituto y sabes, por algún motivo, que determinada parte del temario no entrará en el examen que tienes pasado mañana, no te lo estudias. Generalmente no. Aunque hay personas que sí, pocas.

Diferentes motivaciones producen diferentes movimientos, que traen diferentes resultados. Y entre el reducido porcentaje de personas que sí se lo estudiarían, existen diferentes motivaciones también.

Esas motivaciones forman parte fundamental del éxito incomprendido. Quizá buscando ahí sería más sencillo comprender —e incluso prever— ese éxito. Aunque lo parezca, no es del todo aleatorio.