En el siglo XIX, el físico y matemático Sir William Thompson escribió: Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.
Muchos años después, en el siglo XX, Peter Drucker escribió: Todo lo que se puede medir, se puede mejorar.
Lo que no se mide, no se puede mejorar. Todo lo que se puede medir, se puede mejorar. Ante ojos inexpertos o lecturas rápidas en exceso, parece que dicen lo mismo. Pero no lo hacen.
Según la R.A.E., medir es:
1. tr. Comparar una cantidad con su respectiva unidad, con el fin de averiguar cuántas veces la segunda está contenida en la primera.
Hoy puede medirse casi todo. Pero no todo. La libertad, la amistad, el amor, la ética… en general representan aspectos no medibles en sentido estricto. Sin embargo, sabrías determinar a qué personas te une un lazo de amistad y a qué personas no. Sabrías comparar y determinar a cuáles de ellas te une un lazo más fuerte que a otras. Incluso sabrías determinar actitudes o acontecimientos concretos que han sido determinantes para que la amistad entre otra persona y tú se viera fortalecida. Mejorase.
La perfección no existe, ergo todo se puede mejorar. Basta dar un paso más en esa dirección, que te acerque aunque nunca llegues. Otra cosa es que sepas hacerlo. O que te compense.