Este pasado fin de semana, en concreto el domingo, ha coincido con una fecha señalada: nuestro aniversario de boda.
Hemos preparado algo para celebrarlo. Nada fuera de lo común, algo que podría hacerse cualquier fin de semana. Nos hemos ido con nuestro hijo y nos hemos perdido —perdido de verdad, rozando lo vergonzoso— en el Laberinto de Villapresente, en Cantabria.
Y después de jugar a los scouts nos hemos ido a dar una vuelta por Santillana del Mar, comer en uno de sus patios y comprar quesada para una semana. Nada excepcional si solamente tienes en cuenta qué haces, pero excepcional si añades a la ecuación cómo lo vives.
Aún siendo algo que realmente no precisa de ningún tipo de preparativo, probablemente no lo hubiéramos hecho si no se tratase de un día especial. Podríamos haber salido a comer, o a cenar, en pareja. O podríamos habernos escapado el fin de semana. Podríamos haber hecho muchas otras cosas y sin embargo decidimos hacer esto, en familia. Realmente tiene poca importancia haber hecho una cosa u otra. O que se trate de un aniversario de boda o de cualquier otra ocasión. Lo que tiene importancia es haberlo hecho.
Apuntar algo en tu calendario no sirve para nada si no haces algo con ello. Si no se convierte en el disparador de algo. Hay muchas personas que micro-gestionan recordatorios con los que no hacen nada. Pareciera que encontrasen en ese proceso de micro-gestión un motivo para la ocupación. Y sin embargo, recordar algo para no hacer nada es en la mayoría de casos absurdo e inútil.
No me malinterpretes. Puedes querer recordar algo con lo que, llegado el momento, tomes la decisión de no hacer nada. No me refiero a este caso, ya que ese recordatorio ha cumplido con el propósito de su existencia. Sin embargo, tenerlo por el mero hecho de que exista es trabajar por trabajar. Muchas personas apuntan algo para engañar eventualmente a su mente, esperando que el hecho de haberlo apuntado les traiga la paz interior que su falta de compromiso les roba con tanta frecuencia.
Si estás ahí, no te quedes. El valor está en lo que haces, no en lo que apuntas. Apuntarlo es, únicamente, una puerta de entrada.
P.D.: Hablando de nuestros fantásticos vecinos cántabros, de ocasiones especiales y de recordatorios: que no se te pase el VI Global Youth Leadership Forum 2021.