Es suficiente

Suficiente es una medida curiosa. Es impulso y al mismo tiempo freno en tu vida. Y es un factor fundamental al que no suele dársele la importancia adecuada.

Junto al qué, para qué, y al cómo, está el cuánto. No se trata de un valor universal, es diferente para cada momento, situación y persona.

En pocas ocasiones te detienes a evaluar detenidamente cuánto es suficiente. En ocasiones es instintivo, simplemente lo sabes. Y lo fijas en un punto de tu escala. En muchas otras es menos obvio y sin embargo lo fijas rápidamente también, porque lo contrario supone pensar y tomar decisiones al respecto.

Sin embargo, es un factor de trascendencia vital y en pocas ocasiones le prestas la atención que requiere.

¿Cuánto tiempo cepillándote los dientes? ¿Cuánto aprendizaje? ¿En qué punto ese informe de ventas o trabajo para la universidad está equilibrado y listo para la entrega? ¿Cuántas idioteces aguantar? ¿Cuándo has demostrado suficientemente tu apoyo a alguien que quieres y te necesita?

En ocasiones, elevar el cuánto te mantiene a salvo de la mediocridad. Es necesario prestarle atención, porque lo mediocre es la salida fácil. Admitir que es suficiente cuando no lo es, trasciende mucho más allá de un mal resultado puntual. Contamina, se propaga, te convence de que lo fácil es posible y te arrastra al mundo en que lo mediocre basta.

En otras, flexibilizar tu es suficiente te mantiene a salvo del perfeccionismo. El perfeccionismo es la ausencia de límite. Y cuando no existe un límite nunca terminas.

Además, hay ocasiones en que el grado óptimo de es suficiente tiende a nunca. Hablamos de aquello que es saludable en términos ilimitados. Hablamos de aprendizaje, de felicidad o de amor.

Finalmente, hay otras en que un es suficiente que tiende a cero basta. Puedes buscar tus propios ejemplos, no me cabe duda de que encontrarás varios fácilmente.

Llevar a cabo un proceso proactivo de análisis sobre cuándo —o cuántoes suficiente para ti puede suponer un recorrido inverso hacia el qué, el para qué o el cómo. En definitiva, no lo subestimes.