El primer paso es visualizarlo

Si eres como casi todas las personas, quizá te gustaría (puedes elegir varias):

– Disponer de más tiempo para invertir en tus hobbies
– Obtener el doble de reconocimiento de tus compañeros y superiores
– Tener diez veces más de clientes
– Sentir cinco veces más de orgullo por el trabajo que desarrollas
– Tener a diario una de esas largas conversaciones con tu pareja, en lugar de una por semana
– Leer dos libros por mes, en lugar de uno
– Poner en marcha ese proyecto con el que sueñas desde hace años
– Tener una relación mucho mas cercana y activa con tus amigos y amigas
– Pasar diez días en ese lugar al que has querido ir desde tu niñez
– Sentirte mucho más respetado o respetada
– Pasar un fin de semana esquiando en familia en Los Alpes
– Sentir como sentiría una persona realizada y en paz interior/exterior
– Dar un giro radical a tu carrera profesional
– Mudarte a una zona rural, cerca de la playa o montaña
– Cumplir con tu propósito haciendo algún tipo de aporte realmente valioso al resto de las personas

Es difícil imaginar que ninguna de esas opciones te atraiga. Y sin embargo, ¿haces algo al respecto?

El primer paso es visualizarlo, sentir que has llegado y saborear el éxito. Fíjate bien en él, porque puede darte muchísimas pistas sobre qué puedes hacer para convertir ese sueño en una realidad.