¿Ya tienes pensado que harás en tus vacaciones? Te dejo tres opciones que te podrías querer contemplar: disfrutar, aprender y avanzar.
Las tres trascendentes. Las tres tienen premio. Seguro que todas te aportarían mucho, y seguro que de un modo u otro ya las habías tenido en cuenta. No es una propuesta restringida al momento en que tengas vacaciones, por supuesto. Pero la libertad que las vacaciones te brindan puede abrirte algunas puertas a oportunidades que en otro momento estén cerradas para ti.
Te compartiré algo para que puedas reflexionar (y no solo aplica a este ejemplo).
Lo que no has disfrutado ya se ha perdido. Podrás disfrutar otras situaciones o momentos, pero no los pasados. Con el aprendizaje ocurre lo mismo. Y con lo que no has avanzado en los últimos meses o años, ocurre igual. Por otra parte, el tiempo que ha pasado ya no regresa. Tienes más tiempo ante ti, pero el mes pasado ya no volverá.
Entonces, el truco reside en aprovechar de un modo óptimo tu tiempo. No puedes hacer dos cosas que requieren de tu atención a la vez. Pero sí puedes hacer una única cosa que te haga disfrutar, aprender y avanzar —y más— a la vez.
Tienes la oportunidad de rentabilizar tu tiempo. Pensar sobre qué haces y cómo lo haces buscando el máximo retorno por segundo invertido. Puedes plantearte qué quieres obtener y buscar nexos, de modo que una única actividad te aporte más. Si inviertes en hacer esto bien, puedes obtener dos o tres vidas de una sola. Y que todas hayan sido buenas.