Has tenido una idea. Quizá ya le has dado unas vueltas y tienes algún detalle sobre qué te aportará o el modo en que te gustaría arrancar. Quizá incluso ya has decidido hacerlo.
Habitualmente el qué, el para qué y el cómo se llevan el protagonismo. Pero existe otro factor fundamental: el cuándo.
Un mismo qué, para qué y cómo pueden generar un resultado muy diferente dependiendo del cuándo. Hacer lo mismo, para lo mismo y del mismo modo en un momento u otro puede resultar en grandeza o desastre. Mantente alerta, espera, y no dejes pasar su justo momento.