Es tu misión. Resolver un problema tras otro.
Problema es un término muy genérico y con una connotación negativa evidente. No tiene por qué llamarse así. Podrías llamarlo carencia, bloqueo, o necesidad. Puedes llamarlo como quieras, pero sabes a qué me refiero. Y todo el mundo espera que lo hagas.
Cuando tu pareja te cuenta algo que le preocupa, deposita su confianza en ti para que resuelvas un problema. Quizá no espera que seas capaz de hacerlo desaparecer, pero probablemente sí que le brindes la comprensión, tranquilidad y apoyo necesarios para saber como resolverlo por su propia cuenta.
Cuando la persona encargada de tu departamento te pide algo, espera que cubras esa necesidad. O la rodees, o la elimines, o conviertas ese bloqueo en oportunidad. Quizá no ha pensado en cómo podrías hacerlo y quizá no le importa. Si tuviera la solución a todo no te necesitaría.
Cuando tienes tu propio negocio ofreces soluciones a tus clientes, es lo que esperan para seguir siéndolo o para comenzar a serlo. Esperan que consigas que deje de brotar agua por la pared del baño, que les ofrezcas esa herramienta que les ahorrará esfuerzo y tiempo cada día, o que les aconsejes sobre cómo invertir del modo más rentable para ellos sus ahorros. Da igual, en cualquiera de esas situaciones y varios miles más estarán esperando que resuelvas un problema. Que elimines, que desbloquees, que aportes, que cubras un vacío o que amplíes un círculo que asfixia.
Cuando tantas personas esperan tanto de ti, la responsabilidad pesa. Da igual que se trate de tu vida personal o profesional, lo esperan. Y no quieres defraudarles, a ninguno de ellos. Seguramente a unos menos que a otros, por lo que significan para ti y por las consecuencias que puede tener hacerlo.
No es personal. Tú esperas tanto de otras personas como otras lo hacen de ti. Sabrás hacerlo, pero cuando es demasiado tendrás que elegir a quién defraudar y en qué medida. Y eso es otro problema, ahora tuyo. Otro bloqueo, otra carencia que precisa respuesta, otra necesidad a cubrir. Resolver un problema para resolver otros problemas. Así se avanza, desbloqueando. No es algo negativo, son oportunidades para imprimir valor a lo que haces. Y para aportar.
Oportunidad quizá sea la mejor de todas alternativas al término problema.