Dimensiones de negocio

Las dimensiones de un negocio importan, y las que necesita importan más. Puede crecer o decrecer, pero los riesgos que se asumen y la complejidad del camino en un sentido u otro son diferentes.

Si tienes un negocio pequeño y la audiencia responde, puedes decidir si crecer o no. Puedes aplicar estrategias para mantener contenida la demanda al mismo tiempo que pones en valor lo que ofreces. Y puedes hacerlo mientras te expandes y creces, a tu ritmo, recalculando y adaptando la estrategia a la demanda que eres capaz de cubrir. Hay negocios en esta situación que, bien por ser demasiado pequeños cuando la demanda se dispara o bien por no saber adaptarse a tiempo, fracasan. Pero no son muchos.

Si tienes un negocio grande y no existe la demanda suficiente, puedes decidir si tratar de llegar a una audiencia más amplia que demande lo que ofreces o si simplemente pliegas velas y decreces. Pero un negocio grande, con gran estructura y grandes gastos, juega contra un reloj de arena. Uno pequeño. Es una decisión que debes tomar rápido, porque un fuego sin oxígeno se asfixia de inmediato. Es una situación límite y, francamente, no será fácil salir de ella.

No todas las opciones pueden ser igual de ágiles, evidentes en su forma de poner en práctica, o tienen el mismo porcentaje de éxito. Ninguna de ellas va a ayudarte si piensas únicamente en el corto plazo y no en la sostenibilidad al medio y largo. De hecho, a un negocio grande sin demanda suficiente se llega en muchas ocasiones desde uno pequeño que ha crecido sin mirar más allá del corto plazo. Mantén los gastos contenidos al máximo. Y mira al mañana, al siguiente trimestre y al año que viene (al menos) antes de adoptar soluciones hoy.

Solamente necesitas escuchar, un negocio habla si le entregas tu atención. Te dirá qué ocurre y te dará pistas sobre qué ocurrirá. Las dimensiones de un negocio necesitan adaptarse al presente, pero también anticiparse al futuro.