Las personas encontramos disfrute en cosas muy diferentes.

Hay personas que disfrutan comiendo algo especial, personas que disfrutan cocinando por ofrecer algo especial, y personas que disfrutan cocinando porque encuentran placer en el proceso mismo de cocinar.

Por supuesto puedes encontrarte en los tres grupos, pero si cocinas seguro que serías capaz de destacar uno de ellos por encima del resto.

El arte de cocinar es un gran ejemplo para reflexionar por un momento en las diferencias entre saborear el resultado y saborear el proceso. Tu vida es un viaje, una búsqueda constante de diferentes resultados a los que te vas acercando a través de miles, millones de procesos.

Quizá facilitarte una vida plena y feliz dependa también, en gran medida, de que encuentres los procesos adecuados que te acerquen a los resultados que deseas. Quizá si lo intentas el resultado deje de ser todo para convertirse en una parte. Incluso, quizá, saborear cada punto del camino sea más importante que el resultado en sí mismo.