Nueva cita con el libro «Sé más eficaz» de David Allen en Aprendiendo GTD. Hemos llegado al capítulo 13.
Sólo te puedes sentir bien con lo que no haces, cuando sabes qué es lo que no haces. Disponer de un inventario actualizado de tus compromisos te permite tenerlos bajo control, saber con qué te has comprometido y saber cuánto puede esperar cada uno de ellos.
Esto significa que dentro de un rato puedes optar por salir al parque a jugar con tus hijos, sin que ningún apunte en tus listas te recuerde hacerlo. Tu inventario te brinda la oportunidad de elegir con libertad qué hacer en cada momento, y hacerlo con la total y absoluta confianza en que no existen opciones mejores.
Por otra parte, es necesario tener siempre presente para qué creamos y mantenemos todo este inventario. El «¿Para qué?» de hacer algo, o hacerlo de un modo concreto, es uno de los pilares sobre los que se asientan la efectividad en general y GTD® en particular. Representa la pregunta a la que debes someter cualquier cosa que decidas hacer.
Enorme, grandiosa esta frase de Lin-Chi con la que cierro para ti este resumen: Cuando tengas hambre, come tu arroz; cuando estés cansado, cierra los ojos. Tal vez los tontos se rían de mí, pero los hombres sabios entienden a qué me refiero.