Picante.
Sabes que lo necesitas.
¿No lo sabes? Mi recomendación es que lo pienses de nuevo.
Sudas. Tus pulsaciones se disparan.
El mundo sigue su infernal carrera, tratando de absorberte. Pero ahora, en este preciso instante, no puede. Todos tus sentidos están enfocados en algo muy concreto. Lo disfrutan, lo saborean, lo sienten. No existe nada más. Tu imaginación vuela y luchas para que este momento no se extinga.
Sabes que lo necesitas.
Sabes que tiene un valor incalculable.
No hablo de sabores. Ni de sexo.
Hablo de enfoque. De una conexión. Cambio. Renovación.