Genial, bueno, irrelevante y mediocre

Una escala de cuatro puntos: genial, bueno, irrelevante y mediocre.

Genial es algo que muy poca gente hace, por incapacidad o por elección. La realidad es que no abunda. Es un adjetivo a utilizar con precaución, porque incluso de lo (muy) bueno a lo genial hay un salto diferencial. Genial es luz en la oscuridad, es romper los esquemas. Genial es una solución definitiva. Si haces algo genial habrás dejado tu huella, una muesca que no se borra. Lo genial no puede ignorarse y es irrefutable, en ocasiones una vida centrada en ofrecer una sola contribución genial merece la pena. Y la gloria.

Bueno es bueno. Sigue sin abundar, aunque lo bueno está mucho más presente que lo genial en todos los ámbitos. Bueno es ayuda y guía, bueno es resolución a problemas o carencias. Bueno es el adjetivo al que cualquier persona debería aspirar, como mínimo, cuando se pone etiquetas a lo que hace. Lo bueno aporta valor, puede ser producto de lo irrelevante llevado varios pasos más allá, y puede convertirse en genial si se mejora hasta lo excepcional.

Las cosas irrelevantes están en todas partes, allá donde mires. Es la salida por defecto, es «cubrir el expediente». Lo irrelevante es entregar lo innecesario por el mero hecho de que se espera que entregues algo. Es la falta de actitud, aptitud, o ambas. Es ruido. Satura un mundo ya de por sí saturado sin aportar nada. Irrelevante es tu propia vida cuando la dedicas a pasar de largo sin aportar valor. Puedes coleccionar cientos y cientos de logros irrelevantes y nadie te recordará. Lo irrelevante sobra.

Si lo irrelevante sobra, lo mediocre insulta. Mediocre es todo lo que no es genial, bueno o irrelevante, y es el adjetivo por excelencia. Si irrelevante hay mucho, mediocre hay demasiado. Está presente en todas partes en un porcentaje extremadamente elevado. Mediocre es ineptitud tolerada, nula ansia por crear valor. Mediocre es aportar basura, entorpecer en lugar de contribuir. Es crítica sin aporte, es mirar por encima del hombro, es tratar de potenciar algo criticando el resto, es destruir en lugar de crear. Mediocre es ausencia de actitud hasta el punto de no alcanzar lo irrelevante.

Todas las personas podemos movernos en todos los escenarios. Por defecto, nos movemos en lo mediocre e irrelevante pero todas tenemos la capacidad de alcanzar y ofrecer lo bueno y lo genial. Acercarse a lo bueno requiere compromiso, constancia y esfuerzo. Acercarse a lo genial requiere un enorme sacrificio, poner cuerpo, mente y alma en ello. Poner corazón.

Saber que está en tu mano, ¿te halaga? ¿te asusta? ¿lo aceptas o lo niegas?
Saber que puedes es equivalente a saber que si no lo tienes, es porque no lo quieres. No lo suficiente. Tu compromiso no es suficiente. Ni tu constancia. No te esfuerzas lo suficiente. No te sacrificas.
Quizá no haces nada de eso porque no quieres. Tienes todo mi apoyo. Pero no te mientas ni nos mientas. No quieres.