Seguro que en alguna ocasión has escuchado o leído acerca del motivo por el cual un elefante adiestrado que participa en un circo no trata de escapar. Cuando su actuación termina encadenan una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo incapaz de retenerle, pero sin embargo es efectiva. No trata de escapar.
Esto ocurre porque desde muy pequeño ha estado encadenado del mismo modo. Hubo un tiempo en que intentó liberarse una y otra vez, pero no pudo y terminó por resignarse. Hoy ya no cuestiona. Se somete.
¿Qué cadenas te atan a ti? ¿Desde cuándo?