Punto de inicio de muchas cosas, punto y final para otras. Mi mapa en septiembre 2020.
Una entrada escrita a partir de detalles escondidos en entradas de mi diario del último año, de centenares de pequeños pensamientos y de importantes conflictos en mi interior que necesitan desaparecer o alinearse.
Algo entra, algo sale. Lo nuevo y lo viejo tienen gran valor, pero se repelen. No puedes tenerlo todo.
Un intento sin éxito. Un deseo de que los demás vean lo que yo veo. Gran pena por lo que pierdo y gran ilusión por lo que gano.
Mirada al frente. No olvido el pasado, ha sido grande. Pero hay un futuro que necesita ser libre.
Te dejo la entrada que escribí en el que, por aquel entonces, era mi blog:
Como le comenté a mi compañero David Sánchez recientemente, creo que cuando un círculo se cierra hay que cerrarlo completo para que deje de consumir recursos y puedas dedicarte, en paz, a lo que esté por venir.
Como sabrás, hace varias semanas he tomado la decisión de abandonar OPTIMA LAB.
Un mapa y decisiones difíciles
Ha sido una decisión difícil tomada en un momento difícil, no voy a negarlo. He decidido tomar el camino largo para ir al mismo sitio. Porque sigo queriendo ir.
Echando vista atrás, he caminado mucho.
Dos años. Un proceso de onboarding largo, con momentos buenos y momentos menos buenos. Muchos, muchísimos aprendizajes.
Llegada de unos nodos. Salida de otros. Unos porque quieren y otros porque tienen. Días de risas y días de silencio. Días de poner medallas y días de quitarlas.
Un curso de certificación como Trainer en Atenas que no me descubrió nada nuevo en cuanto a GTD®, pero me enriqueció como persona y gracias a las personas (gracias: Jakub, Fotini, Phaedra)
Un equipo humano de diez, o de once. Personas brillantes que necesitan motivación y libertad para contribuir, brillar y sumar.
Una serie de procedimientos y estándares que en según qué casos me cuesta comprender. Una independencia sesgada. Una relación viciada. Una pequeña red de artesanos con demasiada estructura y normas.
En ocasiones para ganar pierdes
Hay que ponerse en la piel de los demás. Es necesario renunciar a unas cosas para mantener otras. En ocasiones poner a las personas delante cohesiona y aviva el vínculo, no hacerlo implica perder aunque ganes.
Mucho conocimiento. Estrategia. Control. Pensamiento frío. Procesos complejos. Movimientos estudiados. En ocasiones demasiado. Bueno para el negocio y malo para las relaciones.
Más proyecto individual que colectivo. Se alimenta de sus partes en lugar de alimentarlas.
Las y los mejores profesionales con quienes he tenido la oportunidad de trabajar. Algunas personas que saben más de lo creen, y otras que creen saber más de lo que seguramente saben. Personas que hacen lo que creen, y otras que deciden creer en lo que hacen. Necesitan arriesgarse pero algo las paraliza.
Una idea que merece vivir y una red que puede hacer grandes aportes, pero que necesita simplificar. Necesita una reconversión total y profunda. Su propio decálogo que en teoría la preserva, la asfixia.
Una red que necesita aprender de las decisiones —correctas o incorrectas— para retener el talento. Necesita aprender que no todo el mundo es igual, ni necesita serlo para que funcione. Necesita flexibilidad y personalización. Y necesita errores. Disculpas sinceras y espontáneas. Ser y parecer humana. Necesita ser siempre lo que es a veces.
Yo he contribuido a todo ello en mayor o menor medida, como quien más. En ocasiones por ser parte parte del problema, en otras por no ser parte de la solución. Intencionalmente o no, sé que ha sido así.
Es la vida. Somos personas. Ser élite —si realmente lo somos— no evita que sigamos siendo personas. Algunas hemos caído en el camino que puede llevar a la red a un siguiente nivel. Me gustaría pensar que así será y esta vez llegarán los aprendizajes que ayudarán cimentar la red que merecería ser. Será nuestra contribución.
Este es mi mapa, como se dice en PNL. Puedo equivocarme. Es más, seguro que me equivoco. No todo el mundo lo verá como yo.
Cierre de una etapa
Por mi parte, cierro etapa y regreso al punto de partida. Doy un paso atrás para recalcular y tomar impulso.
Elegí GTD Master porque buscaba un comodín que me permitiese, a futuro, poder mantener un blog bilingüe y publicar también en inglés. Pero me equivoqué estrepitosamente porque en mí no encaja la idea de elitismo que transmite, o que en mi ignorancia creo que transmite. Me incomoda. Incluso si actúo como maestro me siento alumno.
Por ese motivo éste, mi actual blog gtdmaster.com, ha llegado a su fin.
Su contenido no desaparecerá, seguirá disponible para ti a través de las páginas en Aprendiendo GTD. Completaré lo incompleto (Esencialismo), porque lo merece.
Voy a centrarme en el gran proyecto que es Aprendiendo GTD. Desde estas filas seguiré grabando podcasts, escribiendo artículos, y ayudándote en tu particular camino hacia el dominio de GTD® a través de sus comunidades (Telegram, Slack), siempre que me necesites. He sido élite —o eso dicen— y todo lo que he aprendido está a tu disposición. De forma abierta, libre.
Y tengo otro proyecto muy chulo que por el momento aún es un esbozo, pero que pronto tomará forma y que deseo poder compartir contigo, si te apetece acompañarme. Ya te contaré más.
Regreso a la pureza de mi propósito por el camino que dictan mis principios. Seguro que hay atajos pero, por el momento, me dedicaré a disfrutar el camino.
Muchas gracias a todas las personas que habéis compartido este camino conmigo. En especial, y como no podría ser de otro modo, a David, Jordi, José Miguel, Laura, Marta y Paz.
Foto de Andrew Neel en Unsplash
P.S.: Es una pena que te pierdas los comentarios que en su día recibí. Eran buenos.