Una entrada escrita para el blog de Aprendiendo GTD en que te hablo sobre tener (y sentir) el control. No control en el sentido de controlar a otras personas. Tener bajo control tus asuntos pendientes.
El mundo en que vivimos hoy nos deja poco espacio a la reflexión. Todo va demasiado rápido. Y en esas idas y venidas constantes parecemos marionetas, nos dejamos llevar. Las consecuencias negativas de este hecho son varias, pero en esta entrada me he centrado en el profundo y desconcertante sentimiento constante de vagar sin rumbo y de no ser en absoluto partícipes de lo que nos pase.
Lo que ocurre y cómo sientes lo que ocurre no son necesariamente lo mismo. Cómo lo vives define tu realidad.