Jornadas en marzo y abril 2020

Finales de marzo e inicios de abril 2020. Más jornadas.

Una pandemia que lo marca todo. Formas que nunca deberían existir, existen a causa de ella.

Más tecnología que nunca. Y más soledad. Y ausencias.

Una tormenta que ha estallado y unas consecuencias devastadoras.

P.D. octubre 2020: Últimas jornadas para mí. Y para otras personas.

Te dejo la entrada que escribí en el que, por aquel entonces, era mi blog:

Jornadas virtuales

No sé si sabes que el megabyte es una unidad de información de las más utilizadas comúnmente en el mundo informático, y equivale a un millón de bytes. Cada uno de esos bytes se compone a su vez de ocho bits. Que estos datos no te engañen. Aunque parece mucho, un megabyte es poca cosa —una foto que tomes con el móvil, probablemente pesará varios megabytes— así que en el campo de la informática ya es muy común hablar en términos de gigabytes —algo más de mil megabytes— e incluso de terabytes —algo más de mil gigabytes—. !Qué lío! ¿Y qué tiene esto que ver con las XV Jornadas OPTIMA LAB? Pues permíteme unas frases más.

Si se juntan pequeñas unidades de información en otras mayores el resultado es uno, y si una o varias de esas pequeñas piezas de información se corrompe o cambia, el resultado también lo hace.

Como en el mundo informático, tanto la realidad de nuestro entorno de forma general como cada particularidad específica se componen de millones de pequeñas piezas como estas, todas y cada una de ellas sometidas al cambio. Es por este motivo que una de las características muy a tener en cuenta para definir los rasgos de un/a gran profesional del siglo XXI tenga que ver con sus capacidades de prever, anticipar y adaptarse al medio.

Adaptarse al medio, al entorno y a las circunstancias

Precisamente consecuencia de esa previsión, anticipación y adaptación desde OPTIMA LAB tomamos la decisión de marcar estas XV Jornadas como las primeras virtuales de nuestra trayectoria, incluso antes de que las circunstancias nos obligasen a ello. Este dato es algo que remarco porque lo entiendo como un must en la época que nos ha tocado vivir. 

Las personas y organizaciones de nuestro tiempo necesitan aprender a prever, anticipar y adaptarse. Todas las personas de nuestro país están conociendo de primera mano la trascendencia de nuestra falta de previsión y anticipación del ayer.

En lo que se refiere a las Jornadas en sí, han transcurrido con una fluidez pasmosa. Se ha echado de menos el contacto, los abrazos, compartir mesa y en definitiva toda la cercanía del trato presencial. Pero en el aspecto puramente práctico no han existido diferencias sustanciales.

Hemos trabajado, como es habitual, sobre nuestros tableros de Trello eligiendo en cada momento aquello que tenía más sentido abordar en base a nuestra energía y tiempo disponibles

Decidimos dedicarles tres tardes completas a causa de la diferencia horaria con Laura, que se encuentra en Miami, y aunque a priori estábamos reduciendo en unas horas la duración total del evento, el balance final ha sido extremadamente positivo. Lo ha sido tanto, que hemos tomado la decisión de hacer cambios importantes a futuro

A partir de este momento nuestras Jornadas de finales de verano serán presenciales. Y ganarán un día —nos reuniremos cuatro días, en lugar de tres, para recuperar ese contacto aplazado—. Por otra parte, las de primeros de año y de primavera se llevarán a cabo de forma virtual. Máxima eficiencia, minimizar recursos invertidos para lograr un mismo resultado.

¿Qué hemos hecho?

Hemos tratado muy diferentes aspectos, de lo más operativo a lo más estratégico, de decisiones relativamente rápidas y sencillas a debates intensos en busca de la coherencia y excelencia en todo aquello que hacemos. También hemos experimentado con herramientas nuevas, y también utilizado otras ya muy conocidas por la red. Hemos pensado mucho, hemos tomado decisiones y nos hemos cruzado feedback, pero también hemos tenido tiempo para reirnos, compartir experiencias, o involucrar a nuestr@s hij@s o cónyugues para tomarnos las fotografías que aparecen en cabecera. 

El formato de tiempos que hemos elegido, incluyendo secuencias y duraciones de los bloques de trabajo y descanso, ha sido un gran acierto. Nos será muy útil para aplicarlo tanto a Jornadas futuras como a otras circunstancias. 

Precisamente sobre los aspectos tratados —todos importantes en su medida— quiero destacar uno que particularmente me hace mucha ilusión. Tras tiempo en la incubadora, ya estamos trabajando intensamente para tener disponibles las versiones virtuales de nuestras formaciones presenciales lo antes posible. Todo un reto que, como el resto de nuestro portfolio, llevará impreso el sello de calidad de OPTIMA LAB. Estoy seguro va a contribuir a maximizar la eficiencia de las organizaciones con que trabajamos. Además, contribuirá a acercar de forma mucho más sencilla el mundo de la efectividad a todas las personas de nuestro país.

No puedo despedirme sin recomendarte que leas la particular visión de estas Jornadas de la mano de David, Jordi, José Miguel, LauraMarta y Paz. Las próximas serán las XVI, presenciales, en septiembre, en la sierra de Madrid, y les debo unas botellas de sidra a mis compañer@s así que como siempre que unas pasan, ya tengo los ojos puestos en las siguientes.