Hoy lo medimos todo. Vivimos en tiempos del Big Data. En determinados ámbitos (muchos) tiene sentido, pero hay que saber qué y cómo se mide. Por ejemplo, ¿mides tu productividad?
Ahora existen muchas aplicaciones y servicios que te ayudan a medir —y obtener gráficas e históricos— de todo, tu productividad incluida. Lo que ocurre es que «tachar más cosas» y ser una persona productiva —efectiva en realidad, que es el dato que realmente trasciende— es algo muy diferente.
Te lo planteo de otro modo. Hacer muchas cosas y hacer las cosas que debes hacer —las realmente aportan valor— es muy diferente. Más claro, ¿verdad?
Mi consejo es que te olvides de este tipo de mediciones. Tú, que eres una persona inteligente, sabes perfectamente si estás haciendo lo que realmente aporta valor. El valor que aportas es el dato realmente relevante, no cuántas cosas haces para aportarlo.