Tras la primera entrada que le he dedicado a Things3 y GTD® hace unos meses, llega otra para darle una vuelta de tuerca.
No es fácil mantener la simplicidad de la esencia. Los seres humanos tenemos una tendencia a la sobre-complicación terrible. Y yo no voy a ser menos.
Un error muy común cuando se trata de configurar una aplicación como gestor de listas es adaptar la metodología a la misma, y no al contrario. Ese intento infructuoso por aprovechar cada funcionalidad y detalle para buscarle utilidad.
Sin embargo, es una búsqueda sin sentido. Y el resultado, al menos en mi caso, no es el esperado.
En esta revisión trato de alejarme de la complejidad y abrazar la simplicidad.
P.D. 2020: Incluso en mi nueva entrada en Mayo 2018 he caído en el mismo error aunque en menor medida. Sigo creyendo que se trata de una buena entrada, pero eliminaría totalmente de la ecuación el uso de etiquetas (y por tanto de las secciones fijas de la aplicación) y me centraría única y exclusivamente en las listas. Si tratas de aplicar la metodología con Things3 espero que ambas entradas (con sus luces y sombras) y estos comentarios posteriores iluminen tu camino. Que la fuerza esté contigo.